Me encanta el ajo. Es la base de casi todos mis sofritos y lo convierto en actor secundario de muchas de mis recetas.
Hoy hice un experimento buscando conseguir algo parecido al ajo deshidratado que probamos en un sitio muy chulo de Perú y que nos ponían en nuestros platos de ensalada. La verdad es que el resultado nos encanta, salió buenísimo: Ajo laminado al horno. Queda crujiente y con mucho sabor.
Es ideal para poner en tus ensaladas, sobre todo en verano, cuando las ensaladas acaban convirtiéndose en platos con mil alimentos combinados (cereales, legumbres, verduras…).
Y en casa también nos gusta muchísimo sobre las cremas de verduras. De hecho, queda delicioso sobre esta SOPA CREMOSA DE TOMATE, por ejemplo.
INGREDIENTES:
- 3 cabezas de ajos
- 2 Cucharadas de aceite de oliva vírgen extra o aceite de coco (si quieres darle un toque diferente)
PREPARACIÓN:
- Precalienta el horno a 180 grados
- Pela todos los dientes de ajo y pícalos en láminas
- Pon los ajos laminados sobre papel de horno, en una bandeja para hornear
- Añade el aceite con un pincel de cocina y reparte para que se impregnen bien todos los trozos (si no también puedes impregnar bien el ajo laminado con el aceite en un cuenco, antes de poner el ajo laminado sobre el papel de horno)
- Mete al horno durante 12-15 minutos. Hay que estar muy atentos para que no se nos quemen
- Saca del horno cuando estén bien dorados y pon sobre papel absorbente, para quitar el exceso de aceite (en mi caso estaban bastante sequitos)
- Deja que se enfríen y mete en un bote bien cerrado en tu despensa
Aproveché que horneaba unos boniatos, para poner una bandeja con los ajos porque lleva muy poco tiempo tenerlos listos.
Aguantan un mes, si no te los comes antes 😉
Úsalos con prudencia porque son muy muy sabrosos.
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